En esta sección encontrarás un completo catálogo de las diferentes enfermedades relacionadas con la hipertensión pulmonar. Nuestro objetivo es proporcionarte información confiable y detallada para que puedas entender mejor estas condiciones, sus síntomas, diagnósticos y opciones de tratamiento.
💡 Conocer tu enfermedad es el primer paso para tomar decisiones informadas y mejorar tu calidad de vida. Explora nuestro catálogo para ampliar tus conocimientos y empoderarte en el manejo de tu salud.
Detectar la hipertensión pulmonar (HP) puede ser complicado, ya que sus síntomas más comunes — dificultad para respirar, fatiga y mareos — suelen presentarse en muchas otras condiciones médicas.
Cuando un médico sospecha la presencia de HP en un paciente, realiza un análisis de antecedentes médicos y familiares, además de un examen físico y pruebas específicas.
Evaluación Médica Inicial
Antes de solicitar estudios más avanzados, el especialista lleva a cabo un examen físico, en el que busca:
Venas inflamadas o visibles en el cuello.
Latidos cardíacos irregulares.
Hinchazón en extremidades o abdomen (edema).
Posteriormente, se recomienda una serie de pruebas diagnósticas para determinar el tipo de HP, su posible causa y el tratamiento más adecuado.
Pruebas Diagnósticas
El diagnóstico puede requerir distintos estudios, como:
Evaluación de la función pulmonar.
Pruebas de esfuerzo (como la caminata de seis minutos o un estudio cardiopulmonar).
Análisis de sangre.
Ecocardiografía.
Sin embargo, la única manera de confirmar con certeza la HP es mediante un cateterismo cardíaco derecho (CCD).
El cateterismo cardíaco derecho es el estándar de referencia para diagnosticar la HP con precisión.
Pruebas para Determinar el Tipo de Hipertensión Pulmonar
Existen diferentes formas de hipertensión arterial pulmonar (HAP), y la identificación del tipo específico es clave para orientar el tratamiento.
Análisis de Sangre e Inmunología
El médico puede solicitar un análisis de sangre para evaluar la salud general del paciente y detectar marcadores asociados a la HP. Estas pruebas ayudan a identificar:
Función de órganos como el hígado, los riñones y la tiroides.
Enfermedades del tejido conjuntivo.
Signos de anemia o estrés cardíaco.
Niveles de oxígeno y dióxido de carbono en sangre (gasometría arterial).
Ecografía Abdominal
Si hay sospecha de una afección hepática, se recomienda una ecografía del abdomen para examinar órganos como el hígado, los riñones, el bazo y el páncreas.
En algunos casos, la hipertensión portopulmonar (HPP) se desarrolla como consecuencia de una enfermedad hepática avanzada, presentando síntomas similares a los de la HAP del grupo 1.
Una vez confirmado el diagnóstico de HP, los médicos realizan pruebas adicionales para personalizar el tratamiento y evaluar la evolución de la enfermedad.
Estudios para Evaluar el Funcionamiento del Corazón
Cateterismo Cardíaco Derecho
El CCD es una prueba fundamental en la que se introduce un catéter en una vena (del cuello o la ingle) para guiarlo hasta el corazón y medir la presión en las arterias pulmonares.
Este procedimiento permite analizar el flujo sanguíneo y la función cardíaca en detalle. También se pueden obtener muestras de sangre para estudios complementarios.
En algunos casos, se mide la presión de “cuña”, que proporciona información sobre la función del corazón izquierdo. Esto ayuda a diferenciar entre los distintos tipos de HP.
El cateterismo cardíaco derecho es la única prueba que permite confirmar con precisión la HAP.
Si bien la hipertensión pulmonar no tiene cura, existen tratamientos que pueden ayudar a controlar la enfermedad y mejorar la calidad de vida.
Las estrategias terapéuticas incluyen:
Medicamentos orales.
Fármacos inhalados o administrados por vía subcutánea.
Terapia intravenosa en casos avanzados.
Oxigenoterapia y diuréticos en algunos pacientes.
Tratamiento de enfermedades subyacentes (en HP de grupos 2 y 3).
En ciertos casos, trasplante de pulmón o corazón.
Para pacientes con HP del grupo 4, la cirugía de tromboendarterectomía pulmonar puede ser una opción para eliminar coágulos en las arterias pulmonares.
Si la cirugía no es viable, la angioplastia pulmonar con balón o tratamientos farmacológicos específicos pueden ayudar.
Cada paciente requiere un enfoque personalizado, por lo que es fundamental consultar con un especialista en HP para determinar la mejor opción de tratamiento.
Principales Medicamentos para la HP
Terapias Orales
Bloqueadores de los receptores de endotelina:
Ambrisentán, Bosentán, Macitentán.
Inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE-5):
Sildenafilo, Tadalafilo.
Otros medicamentos:
Treprostinil oral, Selexipag, Riociguat.
Fármacos Inhalados
Análogos de la prostaciclina:
Iloprost, Treprostinil inhalado, Tyvaso Dry Powder Inhaler.
Terapia Subcutánea
Treprostinil subcutáneo.
Tratamiento Intravenoso
Fármacos de uso hospitalario:
Epoprostenol, Treprostinil.